La TD tiene una base empírica y nació como una propuesta a partir de pláticas entre Jean Piaget, Erich Jantsch y André Lichnerowicz en 1970 en un taller internacional en Niza. Piaget la supuso un nuevos espacio de conocimiento sin fronteras disciplinarias y esa propuesta a Basarab Nicolescu le parece un nuevo modo de explicar a la interdisciplina la cual se decantaría hacia la disciplina; además presume que esa concepción fue obligada por los tiempos en que se formuló.
Para este investigador y desde un sentido diferente, concibe a la TD como complejidad y algo que va más allá de las disciplinas. Aquí se reconoce el estatuto del sujeto en su relación con el objeto, es decir, desde nuestros saberes, experiencias, sentimientos, emociones es que observamos los objetos. Por ejemplo: al ver una pintura de una virgen, lo que se pueda decir de la obra depende de si se es religioso o no; de serlo, no es lo mismo el ser católico que protestante o de otro rito. Otras variables pueden ser si soy experto en pintura, químico, teórico del arte o solo un interesado en el tema. Lo mismo que el desarrollo sensible o la actitud emocional que se tenga, entre muchos otros niveles de realidad.
Nicolescu señaló que la estructura total de los niveles de realidad y de la percepción es compleja; cada nivel es lo que es y se manifiesta de manera simultánea, lo cual actualiza el axioma de la Interdependencia Universal. Esto lleva a reconocer algo fundamental: que la interacción de todos los niveles de realidad se logra mediante el lenguaje simbólico (no solo por el matemático que solo atañe a la mente analítica), porque implica a la totalidad del ser humano. Esto incorpora algo esencial: que la hermenéutica es necesaria en la complejidad, ya que se orienta a develar la dimensión simbólica, esto es por lo menos atender el ámbito de lo religioso, lo artístico y lo onírico para su comprensión.
Ahora bien, entre las teorías de la complejidad, la de Edgar Morin es compatible con esta propuesta y se reconoce como una complejidad vertical (al considerar diferentes niveles de realidad). Si bien existen otras teorías de la complejidad -por ejemplo la Escuela de Santa Fe-, que no consideran los niveles antes señalados y que se consideran de complejidad horizontal. Para Nicolescu, la complejidad es algo familiar cuando se trata de describir nuestro mundo afectado por bajas energías y mediante cuatro dimensiones (3 espaciales y 1 temporal), mientras que en la física de las supercuerdas multidimensional (conformada por 10 dimensiones espaciales y 1 temporal) con energías increíbles, las descripciones son simples. Por consecuencia nos toca vivir un mundo complejo, aunque subyace a este nivel perceptual otros niveles que son simples según esta teoría.